Paciencia y compromiso para disfrutar del Agility
El Agílity está de moda y es normal que los que disfrutan de la compañía de los perros se interesen por las informaciones, reportajes y artículos referidos a esta excitante actividad que ha crecido de forma exponencial en los últimos años.
Han pasado más de 40 años desde que se introdujo en España de la mano de nuestro antiguo compañero y amigo Joaquín Rodríguez Almagro, que impulsó la formación del Centro Canino Boadilla y que con el paso de los tiempos ha derivado en el actual Club Básico Deportivo de Agílity de Madrid Deporcán.
Muchos años, muchas vivencias, mucho trabajo y mucho esfuerzo para conseguir la consolidación, no solo de esta actividad, sino el reconocimiento como deporte de pleno derecho en 2.011, cuando la Asamblea General de la Real Federación Española de Caza (RFEC) aprobó, por unanimidad, la integración del Agílity como nueva modalidad deportiva, abierto a cualquier tipo de perro, cualesquiera que sean sus orígenes o razas y recibiendo su reconocimiento definitivo por parte del Comité del Consejo Superior de Deportes (CSD), en mayo de 2.013 con publicación en el Boletín Oficial del Estado nº 142 del 14 de junio, 2.013.
Desde sus inicios, muchas personas y clubes han contribuido a la expansión de este deporte que combina no solo una innegable actividad física sino lo que es más importante, esa compenetración, "feeling" y empatía que se establece con nuestro compañero que nos permite extender la relación y la comunicación a cotas insospechadas.
El Agílity no es solamente entrenamiento y competición, es un proceso de aprendizaje que crea vínculos poco a poco y nos hace sentir más orgullosos de nuestro compañero, de su trabajo, de su fidelidad, de su atención, de su alegría, de su respeto, no solo al guía, sino a todos los que conforman este curioso mundo cuyo primer referente será siempre, en todas sus facetas, el bienestar animal.
Acercarse al Agílity supone comprometerse en valores de amistad, compañerismo, buen trato, ayuda, deportividad no solo para con nuestros perros sino para todos los que ya formamos parte del mismo, teniendo siempre presente que los objetivos que nos marquemos siempre estarán supeditados a las posibilidades de nuestro compañero, a su interés y especialmente a su salud, ya que debemos ser conscientes que en todas las actividades que desarrollemos habrá unos límites que nunca se deben sobrepasar.
Por eso creo que es necesario iniciarse en el Agílity lentamente, con paciencia, sensibilidad, buen trato, respeto y sobre con todo amor profundo, adquiriendo poco a poco los conocimientos necesarios, siendo conscientes de las habilidades propias, de las de tu compañero y de las capacidades mutuas de aprendizaje, sin pretender con obsesión igualar a esos binomios de verdaderos campeones con muchas horas de trabajo y que parece que lo hacen tan sencillo cuando vemos esos videos de YouTube.
El objetivo será disfrutar en compañía y conseguir que todos los buenos momentos compartidos a lo largo de la vida deportiva de nuestro amigo, se prolonguen una vez finalice su periodo competitivo ya que aparte de disfrutar de un merecido descanso, nos aportará nuevas y enriquecedoras vivencias.
Juanvi (mayo 2019)